No obstante, la soberanía nacional está intacta.
Por supuesto, es innegable la dependencia económica que México tiene de Estados Unidos. Claro, podríamos argumentar que la dependencia es recíproca, pero en realidad el vecino del norte tiene la maquinita de hacer dólares, y México, la de mandar trabajadores, no sólo aguacates. Según datos del U.S. Census Bureau, EU importó en 2018: 80% del valor de sus autobuses y camiones de México; 50% del total de vegetales, 42% de autopartes, 41% de azúcar de caña y remolacha, 38% de frutas y jugos congelados; 36% de computadoras y equipo de video; y, 46% de motores y partes de motores, y la lista sigue.
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